jueves, 18 de octubre de 2012


A pesar de los siglos transcurridos, existe aun un aspecto de la dimensión humana, que muchos médicos no han comprendido o se resisten a considerar. Me estoy refiriendo a ese aspecto de la condición humana que es el espíritu. Esa dimensión espiritual es la verdadera base energética de toda vida; puesto que es la energía del espíritu lo que anima el soporte físico y mental no como a veces se interpreta que es el espíritu una emanación o derivación del campo psicofísico. 

Esa conexión no visible entre las fuerzas sutiles del espíritu y ese campo psicofísico, encierra la clave para la comprensión de la íntima relación entre materia y energía.

Cuando se comprende realmente las profundas interrelaciones entre el campo espiritual, el campo físico y el campo mental, que cada ser humano posee, podemos entonces acceder a una medicina verdaderamente global e integradora.

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