La práctica de asanas es una alternativa ideal para otras formas de ejercicio ya que las posturas trabajan sistemáticamente todos los grupos musculares: los mayores, que incluyen la espalda, el cuello, y los hombros; y los menores, que corresponden a los abdominales profundos, las caderas, los glúteos e incluso los tobillos, los pies, las muñecas y las manos. Además del trabajo muscular, las asanas también dan fuerza, flexibilidad y nutrición a los órganos internos del cuerpo.
Si bien la mayoría de las posturas no son aeróbicas por naturaleza, envían oxígeno a las células del cuerpo a través de la respiración profunda, del estiramiento sostenido y la contracción de diferentes grupos musculares.
Sea cual sea el deporte que uno elija, el yoga es un excelente complemento para cualquier actividad física.
La mayoría de los deportes desarrollan fuerza y resistencia en áreas específicas del cuerpo, pero no siempre de forma pareja ni equilibrada. El Yoga puede ayudar a corregir todo desequilibrio en el desarrollo muscular, posibilitando un mejor trabajo y funcionamiento más eficiente del cuerpo. Si el cuerpo es más flexible será menos propenso a lesiones, ya que las articulaciones estarán mejor lubricadas y la musculatura recibirá mayor carga de oxígeno.